Stephen Castle: carta a los jovenes del MFC

MOVIMIENTO FAMILIAR CRISTIANO

ÁREA JUVENIL.

Querido amig@:

He querido dirigirte estas líneas, que espero te ayuden en tu decisión de pertenecer al M.F.C.

Por estos momentos creo que la pregunta con la que batallas es ¿porque yo?

Sabes cada uno de nosotros, los que ahora formamos parte de este grupo fuimos invitados uno a uno por los que ya estaban dentro, en realidad era Dios el cual te estaba llamando por tu nombre, quizá como yo al principio no sabías que decir y no dudo que quizás pensaste en decir que no, pero no te preocupes por esto, yo, al igual que tú lo pensé, incluso personas en la biblia lo pensaron, por ejemplo, los profetas también al principio sintieron miedo al llamado, aquí te voy a dar unos ejemplos: Moisés cuando Dios lo llamó para liberar a los israelitas de las manos de los egipcios dijo que él no se sentía nadie frente al faraón, que no le iban a creer… igualmente pasa con Jeremías, a él lo llaman desde muy joven para llevar la palabra de Dios, él contesta que no puede aceptar esa misión porque es muy joven, que no sabe expresarse muy bien… estos son al menos dos ejemplos, ellos tienen objeciones, pero finalmente aceptan porque Dios se compromete con ellos; un compromiso que es ante todo de estar en comunión con ellos, de no abandonarlos en los momentos más críticos de su misión.

A si nosotros, como los apóstoles, en nuestra vida diaria somos llamados uno a uno por nuestro nombre, sin embargo es natural que nosotros sintamos miedo al compromiso, miedo a los desafíos y retos, miedo a dejar las seguridades, a cambiar de vida, sin embargo Dios nos llama a cada uno, a personas diversas en situaciones inimaginables, y por caminos a veces desconocidos. Amigo, las objeciones u obstáculos están presentes en la persona humana pero estamos invitados a superarnos con la certeza de que es Dios el que está con nosotros, él nos anima y nos acompaña siempre, en medio de dudas y temores. Dios respeta la libertad y no obliga a nadie, pero él lanza su invitación.

Amigo ahora te invito a que pertenezcas, que seas parte de este grupo, a esta gran familia, sabes al principio sentiremos miedo, eso es común en nosotros los jóvenes, decir si a algo nuevo, no crees?? Pero inténtalo, únete, no tienes nada por perder, al contrario ganaras algo mejor a lo que has dejado, te lo aseguro, todo es posible cuando uno cree y quiere, siempre y cuando la llama de la fe, la esperanza y el amor brillen en tu corazón.